Diario de Velvet: Oscuros tiempos para la esperanza
Largo tiempo desde mi última anotación, mucho camino bajo nuestros pies… Nuestros pasos nos han llevado ahora a Qualinesti, donde los excepticos y reticentes elfos nos dieron cobijo a regañadientes. Nadie díria que se alegran de la vuelta de su hijo, su hermano, su amigo… ¡Söyer!
En mi primera desmotración pública, de la gracia divina que Mishakal me ha concedido, no tuve mucho éxito. Los elfos no sabían si tacharme de milagrosa, blasfema, bruja o charlatana, el caso es que sirvió para que nos dieran unos días de reposo para nuestra recuperación, que buena falta nos hacía!
Allí, casi sin quererlo, nos vimos envueltos en el rescate de uno de los hijos del orador de los soles, recientemente capturador por los enemigos. Parecía que debíamos demostrar nuestra buena voluntad… como sino fuera suficiente tener a los verdaderos dioses del bien a nuestro lado!!! Elfos!!! En fin, después del rescate, volvimos debilitados al poblado, muy debilitados.
Parece ser que nuestras recuperaciones cada vez son menos efectivas…el cansancio hace mella en nosotros y la moral se debilita… suerte de Morias! sino temo que nuestra moral aun sería más baja que las esperanzas de llegar al final del camino…
Se que sueno algo abatida, pero temo que los dones otorgados por Mishakal a una servidora no sean suficientes en los días venideros…Más combates, más a menudo, enemigos que se repiten, y cada vez más fuertes… y los ejércitos enemigos parecen crecer más todavía! Ya no temen esconderse, es más, se extienden por toda Abanasinia y temo en breve por toda Ansalon. Poco podemos hacer un grupo de valientes frente a ellos, por mucho que los dioses nos acompañen…
Pero que digo! Mishakal, perdona mi falta de fe! Pero negro es el futuro que nos espera… hacia él caminamos, con paso vacilante, pero sin miedo! Pero creo que mi labor no esta saliendo como se espera, no se porque en estos tiempos nadie desea escuchar historias antiguas de favores divinos, sólo desean salvar la vida, buscar un lugar seguro… aunque temo que esos lugares esten en vías de extinción. Los mismos elfos, una gran comunidad que podría presentar batalla a nuestro lado, prefieren huir a tierras lejanas, y dejar esa labor en nuestras manos; pero acaso creen que el mal no llegará también a esas tierras? Acaso esperan que nosotros solos podamos contra todos? Deberían hacer como Söyer, que planta cara a nuestro lado! Temo haber estado demasiado preocupada estos días y haber olvidado mi labor. Intentaré hablar con ellos en cuanto vuelva a tener la oportunidad, rezo para hallarla! y para que mis palabras no caigan en saco roto!
Rezo también por Laurana, la joven hija del orador de los soles, capturada en frente de nuestras narices sin que pudieramos evitarlo! Espero que se encuentre bien, que Mishakal y los otros dioses del bien la cuiden, hasta que pueda escapar, o podamos ayudarla. Espero asi sea, y con su liberación Solostaran entre en razón! No esta a salvo nadie, ni la mismísima família real de Qualinesti!
Mientrastanto, como esos objetivos estan lejos aún de nuestro más inmediato futuro, prefiero mirar cerca… hoy paseando entre los cadáveres de los draconianos que por suerte hemos abatido, mientras aplico todo mi saber y mi poder para restablecer la salud de mis camaradas, mientras siento en mis entrañas el efecto del veneno que el temible dragón me inyecto, me hago una promesa… prometo leer los discos, mil veces más si hace falta, hasta poder recitarlos de memoria, incluso en sueños! Prometo exprimir todo el saber que hay en ellos! Prometo tratar de alcanzar la comunión más alta que sea posible entre mi diosa y yo! pues temo que aunque lo consiga, mucha más ayuda nos hará falta para avanzar en nuestro camino.
Tiempos aún más negros si cabe se aproximan, tiempos de guerra, de muerte, pero al mismo tiempo de esperanza! Mientras uno sólo de nosotros siga luchando, habrá esperanza… y yo no pienso dejar de luchar! Hasta que esto termine, con nuestra victòria o con mi muerte.